2 mar 2009

Sobredosis de realidad

De vez en cuando, cuando siento lo que yo llamo sobredosis de realidad, necesito evadirme con sueños imposibles como viajes a Bali, zapatos de Jimmy Choo de mil euros o sueldos anuales astronómicos.
Veo a amigas en paro, a gente con años de experiencia cobrando auténticas ridiculeces, a mi propia empresa que no se hacia donde vamos, si durará meses, años o quizá días, me veo de nuevo acercándome al verano y teniendo que ponerme a buscar trabajo, por si acaso esto se va a la mierda, pero viendo que si el mercado en sí está mal, en la publicidad ya no hay palabras. Demencial. Absurdo.
Y se que la crisis está para todos, se que hay gente que está infinitamente peor, y se que yo no tengo que pagar una hipoteca ni tengo hijos, pero lo que está claro es que si no consigo un sitio donde me sienta medianamente segura y parcialmente agusto (ya no imagino eso de "el trabajo perfecto", no soy tan ilusa), yo jamás podré tener esas cosas, una indepencia económica como para decidir si quiero alquiler o hiopoteca, playa o montaña.
Ves como está todo y dices, uy pues imagínate si te quedas en paro, pues imagínate fulanito que ganan mil euros y les ha subido el euribor. Pues si, oye, muchos dramas, pero yo bastante tengo con lidiar con los míos propios, y con la rabia que da tener en mente unos planes, por fin, que ves que pueden ser realizables, pero tener que esperar a ver cuando se está medianamente estable, con un dinero en la cuenta que llegue el día 1 y no el 4, 5, 6... con menos créditos que pagar etc.

Y eso es lo que llamo yo sobredosis de realidad, cuando por estos motivos te pasas varias semanas solo mirando trabajos, agencias, ofertas, precios de alquileres, noticias económicas, tu amigo que está en negativo, al otro que se queda sin paro y dices: basta.
Así que me compro Elley Glamour y me dedico a evadirme, a pensar que el verano está a la vuelta de la esquina, a frivolizar pensando que mi trabajo actual está resultando una cosa extraña y que no se donde me lleva, pero que eso, con unos buenos zapatos, será más llevadero.
A veces hay que salirse del mundo real para no acabar loco o deprimido. Siempre se puede estar mejor, pero siempre mucho peor. Tengo una familia estable, feliz, gente que me quiere y a la que si algo me pasara podría recurrir, tengo un novio al que quiero con locura y con el que quiero estar el resto de mis días, tengo trabajo, que ya es algo, y sobre todo, tengo mucha ilusión y muchas ganas. De tener un trabajo mejor, sí. De olvidarme de crisis y vivir mi propia vida, también. De que llegue pronto el día que podamos hacer lo que queremos, y de miles de cosas más.
Y es que, pensando algo que hablábamos el otro día, lo importante creo que es tener con quien compartir esas ilusiones, sino, de qué te sirve un trabajo millonario o una cuenta abarrotada si no tienes con quien gastártelo?
Así que, mientras nada se mueva, iré soñando con esos zapatos, ese viaje increible, esa decoración estupenda de mi casa y esas cosas que son, la sal de la vida, y la manera de evadirse de una realidad que nunca, por desgracia, es como en las revistas. Pero, qué mal sería una vida sin soñar, no?

2 comentarios :

Anónimo dijo...

Gracias por el post; en estos dias nos viene muy bien a todos soñar de vez en cuando y pensar en lo que realmente tenemos y no en lo que no podemos tener. :)

Eva Luna dijo...

Gracias a ti mochito! la verdad es que queremos a veces demasiadas cosas y en cuanto las tenemos, vamos a por la proxima, sin pararnos a disfrutar lo que nos ha costado mucho conseguir, no crees?
un beso!