As I Am

Me gustaría tener una botella de elixir de pasión, para poder siempre pensar que si un día se gasta aunque solo sea un poco de ese amor, puedo untar una gotita en mi cuello para que irremediablemente vinieras a por mi. Me gustaría pensar que existe la fórmula mágica para acertar en el complicado mundo del amor, que haciendo la ecuación de presente – pasado + ganas = futuro, pero recientes estudios no han conseguido asegurar que dicha fórmula exista o funcione.

Me gustaría pensar que nunca nada nos va a hacer daño, pero como se que la vida muchas veces golpea donde más duele, me gusta más pensar que te voy a tener pase lo que pase para afrontar esas cosas. Y aunque el miedo atenace de vez en cuando y me haga temer, prefiero pensar que esta vez sí debo creer en mi, que esta vez sí me merezco de verdad ser feliz.

Me gustaría ser lo suficientemente fuerte y segura como a veces aparento, para decir firmemente que nunca temo nada, que no hay ningún fantasma que ronde la parte trasera de mi cerebro, pero como no es así, me gusta más pensar que lo que tengo ahora no lo cambio por nada del mundo y que solo me queda confiar en que esos fantasmas son solo eso, sábanas blancas relucientes pero sin contenido real, sin nada dentro, que en realidad solo existen en mi cabeza loca.

Me gustaría pensar que dentro de muchos años tengo esto, lo otro, o lo de más allá, pero como no me gusta jugar a las adivinanzas y mucho menos pensar más en el futuro que en el presente, prefiero quedarme con todas las buenas sensaciones que tengo ahora, cada día, donde sonrío más que nunca, donde siento, donde ya no dudo, donde pienso en alguien más que solo en mi, donde comparto, sueño, adoro, añoro, donde me siento por fin, después de media vida dando tumbos: plena, completa, feliz.

Me gustaría pensar que todo el tiempo que he perdido ha servido para algo más que para darme cuenta de mis errores, para algo más que para confirmar que, durante mucho tiempo, he sido a lo mejor egoísta, a lo mejor independiente en exceso…o a veces demasiado tonta; prefiero pensar que ese tiempo perdido ha servido para saber apreciar algo y alguien cuando de verdad merece la pena, ha servido para aprender de errores propios y ajenos, ha servido para llegar a esta edad sino más sabia, al menos más concienciada, más segura de lo que quiero, de lo que no, sabiendo dar y queriendo dar lo mismo que quiero recibir.

A lo mejor ha hecho falta pasarlo mal, equivocarse mucho, para llegar a algo distinto. Para llegar a aceptarte a ti misma, quererte a ti misma, y llegar a querer algo con todas las fuerzas. Y encontrarlo.
Algo que quieres tener, algo que temes perder, algo que te hace fuerte pero a la vez vulnerable, algo que quieres aferrar tanto que asusta, algo que si perdieras, prefieres no pensar qué te pasaría, porque no amigos... nadie se muere de amor, pero es que el cuerpo es mucho más fuerte que el alma, y el alma sí puede morir. Y revivir, y volver a morir.
Solo sé que no quiero pensar en eso, porque entonces los fantasmas se convierten en una gran bola que hay que intentar evitar en tu cabeza y tu corazón, porque de nada sirve pensar en cosas malas cuando, hoy en día, todo, absolutamente todo, es bueno. Tan bueno que asusta. Las dicotomías de la vida….
Y me miro y me veo como siempre he querido verme, veo que he avanzado, he aprendido, he llegado lejos, he rectificado, y he encontrado la senda por la que quiero seguir, poco a poco, para siempre. Sumando, añadiendo. Siempre un poco más, y siempre a tu lado. Con nuestras cosas buenas, con nuestras posibles taras, con lo vivido y sobre todo, con lo que queda por vivir, esperemos que mucho y siempre con las mismas sonrisas.